24/07/2014 - 12.08h abc.es
Un presunto guardia de Auschwitz muere a los 89 años antes de ser juzgado por crímenes durante el nazismo
M. P. VILLATORO

Johann Breyer falleció en el hospital de Filadelfia (EE.UU.) el martes, unas horas antes de que un juez hubiera solicitado su extradición a Alemania.

Johann Breyer, un presunto guardia nazi del campo de concentración de Auschwitz (ubicado en Cracovia –Polonia-), falleció el pasado martes a los 89 años de edad en Filadefia apenas unas horas antes de que un juez –sin conocer la noticia de su muerte- solicitaraal gobierno de los Estados Unidos su extradición a Alemania para ser juzgado por colaborar en el extermino de más de 200.000 judíos. Al menos, así lo ha informado este jueves su abogado a varios medios locales.

Breyer, que había corroborado en varias ocasiones que había trabajado como guardia en el desgraciadamente conocido campo de concentración, siempre había negado ante las autoridades su colaboración en el asesinato masivo de judíos. Concretamente, apuntaba que su trabajo se limitó en todo momento a hacer guardia en la parte exterior de Auschwitz, por lo que no había tenido constancia de las matanzas que se producían en su interior por parte de las tropas de las SS (las cuales llegaron a acabar, según los expertos, con aproximadamente un millón de personas en el complejo).

La historia de Breyer

Tras la Segunda Guerra Mundial y la caída de Adolf Hitler, Breyerabandonó su puesto en Auschwitz y se trasladó a Estados Unidos en 1952 aprovechando que su madre contaba con la ciudadanía norteamericana. Allí vivió una vida tranquila, logró labrarse un porvenir y consiguió formar una familia. Todo cambió 40 años después cuando las autoridades de la región investigaron su pasado y encontraron su vinculación con el nazismo.

Pero, por suerte para Breyer, consiguió quedarse en Estados Unidos después de que la justicia dictaminara que había sido forzado a unirse a las SS de Hitler y no lo había hecho por voluntad propia. Su caso se reabrió años después, cuando el juez federal alemán a cargo de los crímenes de guerra durante la época del III Reich presentó pruebas que demostraron que este alemán de nacimiento había llegado a Auschwitz antes de lo que él había asegurado.

Detenido y casi juzgado

Una vez tenidas en consideración las pruebas, las autoridades estadounidenses detuvieron el pasado junio al presunto guardia de Auschwitz en su residencia de Filadelfia. Desde allí fue trasladado a una prisión en la que vivió aproximadamente 30 días. El 18 de junio, su abogado solicitó su liberación durante una audiencia alegando que su estado de salud era precario y que padecía demencia. No obstante, la petición fue denegada por el juez debido a «la grave naturaleza del crimen cometido».

Tras un mes en prisión, unos severos problemas de salud provocaron que Breyer tuviera que ser ingresado en el hospital Thomas Jefferson de Filadelfia de manera urgente. A día de hoy, se desconoce qué dolencia provocó su rápida llegada al centro hospitalario. Allí, falleció el pasado martes por la noche cuando todavía faltaba que el gobierno de los EE.UU. confirmara su partida a Europa.

Por su parte, y mientras el presunto guardia se hallaba en el hospital, el juez estadounidense Timothy Rice solicitó su extradición a Alemania para que fuera juzgado por 158 cargos de ayuda e instigación al asesinato, uno por cada uno de los trenes cargados con judíos que murieron en las cámaras de gas en Auschwitz.

¿Criminal de guerra?

Como ya se ha explicado, Breyer negó en todo momento haber sido consciente de la muerte de judíos, gitanos, y todos aquellos que suponían una molestia para el Führer, algo que el juez desestimó. «Un guardia del campo de exterminio como Breyer no podría haber servido en Auschwitz durante el reino del terror nazi en 1944 sin saber que cientos de miles de seres humanos estaban siendo masacrados brutalmente en cámaras de gas y luego hechos cenizas en hornos crematorios», destacó Rice en declaraciones recogidas por el «Daily Mail».

Y es que, para el juez, era imposible que el guardia no supusiera lo que estaba sucediendo en el interior del complejo. «Los trenes de carga hacían llegar al campo a cientos de miles de hombres, mujeres y niños, y la mayoría de ellos simplemente desaparecían durante la noche.Además, los gritos, los olores, y el manto de la muerte impregnaban el aire. Las acusaciones establecen que Breyer debe dejar de engañarse a sí mismo y a otros en relación a tal horror», completó el magistrado. Por su parte, el alemán siempre había defendido su inocencia. «No maté a nadie, no violé a nadie, ni siquiera tengo una multa de tráfico, Yo no hice nada malo», explicó el antiguo guardia en una entrevista a a The Associated Press en 2012.

Desde Jerusalén, el cazanazis Efraim Zuroff (que fue entrevistado pro ABC en 2012) ha afirmado que seguirán llevando ante la justicia a los que en su día cometieron crímenes de guerra junto a Hitler: «Es particularmente lamentable que Breyer pueda ser juzgado en vista de los esfuerzos que se pusieron para demostrar que era responsable de servir en el campo de exterminio de Auschwitz, Pero este revés no debe de ninguna manera desalentar o impedir los esfuerzos para traer a otros autores a la justicia en este momento».

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