JERUSALÉN (Sputnik) — Efraím Zuroff, historiador que lleva casi 70 años buscando y desenmascarando a los exnazis, desea una buena salud a los guardias de campos de concentración y verdugos de los judíos y espera que vivan lo suficiente para ser llevados ante la justicia.

A su juicio, "las personas sin conciencia viven más porque son menos sensibles al estrés".

"Además, la mayoría de los nazis residen en países con un nivel excepcional de sanidad, como Alemania o Austria", señaló.

Hablando de su ocupación, de 'cazador de nazis' reveló que su trabajo no tiene nada que ver con operaciones secretas.

"Todo es más simple y menos emocionante de lo que uno se pueda imaginar: es en partes iguales el trabajo de  detective, historiador y cabildero político", dijo.

Al igual que un detective, detecta a un sospechoso, busca las pruebas en su contra como un historiador y, además, como lobista se esfuerza en "crear o intensificar la voluntad política" para encarcelar al culpable, explicó.

Zuroff indicó que en muchos casos consiguió desenmascarar a exnazis que incluso fueron investigados a nivel oficial, pero "lograr una pena de prisión es mucho más difícil".

"Tuve casos que me llevaron años, sin embargo los resultados fueron escasos, quizás destruí alguna vida, lo que es bueno, pero ello no significa que esta persona acabase entre rejas", admitió.

Zuroff ni intenta disimular su irritación al referirse a los intentos de varios países de Europa Oriental de reescribir la historia del Holocausto.

"Solo en los años noventa, en estos países se hizo posible decir la verdad, pero surgió otro problema: la verdad es horripilante, la verdad es que los lituanos, los letones, los estonios, los ucranianos, los croatas, asesinaron a sus vecinos" judíos, dijo.

Señaló que a estas naciones les gustaría más ser "victimas con derecho a compasión, recompensa y conmemoración" que "asesinos".

A modo de ejemplo, recordó que en 2011 el Gobierno de Lituania ordenó a los historiadores nacionales crear una lista de lituanos involucrados en los asesinatos de los judíos.

"En esa lista figuraban 2.055 personas, y es algo que realmente resulta muy ridículo, pues nosotros tenemos los nombres de 20.000 personas implicadas" en los crímenes nazis, destacó.

Aún compuesta la lista, dice el historiador, las autoridades lituanas afirmaron que la mayoría de sus integrantes "estaban presionados por los oficiales nazis, lo que es una mentira, o no tenían otro remedio" que seguir sus órdenes, "una mentira más".

También mencionó la nueva ley polaca que prevé penalizar con hasta tres años de cárcel el uso de la frase "campos de exterminio polacos" y de otras que puedan interpretarse como un intento de presentar a los polacos como cómplices de los crímenes nazis, incluido el genocidio de los judíos europeos. Zuroff señaló que esta normativa es la cúspide de algo que lleva ya 25 años denunciando, "la plaga de falsificación de la historia del Holocausto", pero "Israel y Occidente decidieron hacer caso omiso a esto y lo hacen por motivos políticos, económicos y militares", sentenció.

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